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Maersk mantiene el rumbo pese a la tormenta del mercado

La multinacional danesa advierte de un escenario de fletes en retroceso y tensiones geopolíticas en el que decide incrementar su estrategia de integración logística al tiempo que mejora notablemente los resultados operativos en su red de terminales.

El mercado marítimo mundial atraviesa una fase de reajuste estructural tras dos años de volatilidad extrema. Los fletes se han estabilizado en niveles históricamente bajos, un 31 por ciento por debajo de los del año anterior, tras la normalización de la demanda posterior a la pandemia y la entrada de nueva capacidad en el mercado. Al mismo tiempo, la crisis en el mar Rojo continúa alterando las rutas comerciales entre Asia y Europa, obligando a las navieras a rodear el cabo de Buena Esperanza, con incrementos de costes y tiempos de tránsito que han reducido la fiabilidad de las cadenas logísticas globales.

Un buque de Maersk en el puerto de Valencia.
Un buque de Maersk en el puerto de Valencia.

En este contexto, las grandes alianzas marítimas intentan mantener la eficiencia operativa frente a un exceso de oferta y un comercio mundial que, aunque se mantiene en expansión, avanza a un ritmo moderado, entre el 3 y el 5 por ciento interanual en el tercer trimestre. La demanda china sigue mostrando debilidad interna, compensada parcialmente por la fortaleza exportadora en productos tecnológicos y bienes de consumo. Estados Unidos mantiene su dinamismo gracias al impulso inversor y la digitalización, mientras Europa comienza a recuperar volumen tras dos años de contracción.

“El entorno sigue siendo incierto y volátil, pero estamos viendo signos de reequilibrio”, apuntan desde Maersk, que percibe una mejora progresiva de la utilización de flota y de la demanda en las rutas Este-Oeste. Los desvíos por el mar Rojo han contribuido a absorber parte del exceso de capacidad en el mercado, estabilizando temporalmente las tarifas en algunos corredores. Sin embargo, la presión sobre los precios sigue siendo elevada, con contratos a largo plazo renegociados a niveles muy por debajo de los picos de 2022.

“El clima del transporte marítimo mundial sigue agitado, pero Maersk navega con decisión”, resume la compañía danesa en su informe. “Estamos ejecutando con disciplina, centrados en la eficiencia y en ofrecer fiabilidad a nuestros clientes”, afirmó Vincent Clerc, consejero delegado de A.P. Møller–Maersk, durante la presentación de resultados del tercer trimestre de 2025. “La resiliencia de nuestra red integrada está demostrando su fortaleza en un contexto adverso”, añadió.

Solidez de resultados

El tercer trimestre de 2025 refleja la solidez del grupo en medio de la volatilidad global. Maersk registró ingresos de 12.361 millones de euros, un 9,9 por ciento menos que un año antes, y un beneficio neto de 954 millones, frente a los 2.681 millones del mismo periodo de 2024. El Ebitda se situó en 2.336 millones de euros y el Ebit en 1.117 millones, manteniendo una rentabilidad positiva pese al desplome de los fletes. En los nueve primeros meses del ejercicio, los ingresos acumulados alcanzaron 35.371 millones de euros y el beneficio neto 2.559 millones.

Pese al descenso de los ingresos, la compañía destaca la mejora secuencial de sus márgenes y el buen comportamiento de las divisiones de Logística y Terminales, que han compensado parte del retroceso de Ocean, su negocio principal de transporte marítimo.

La situación del mercado global de contenedores sigue marcada por un descenso de los fletes del 31 por ciento respecto al año anterior, aunque los volúmenes han repuntado un 7 por ciento impulsados por las exportaciones asiáticas, según la compañía. “La cooperación Gemini con Hapag-Lloyd está dando resultados visibles en eficiencia operativa y puntualidad”, subraya Clerc, en referencia a la nueva red Este-Oeste totalmente desplegada desde junio. La división Ocean registró un Ebit de 493 millones de euros, frente a los 2.466 millones del mismo periodo de 2024, con un nivel de utilización del 94 por ciento y un ahorro en consumo de combustible del 3,2 por ciento.

Un buque de Maersk en la terminal de Tánger Med.
Un buque de Maersk en la terminal de Tánger Med.

Por su parte, la división de Logistics & Services reforzó su papel como segundo pilar del grupo con una mejora del margen Ebit hasta el 5,5 por ciento, gracias al crecimiento de los servicios de almacenamiento y cumplimiento y a una estricta disciplina de costes. Los ingresos aumentaron un 2,3 por ciento, hasta 3.465 millones de euros, y el resultado operativo alcanzó los 190 millones, un 9 por ciento más que el año anterior. La estrategia de reequilibrio hacia soluciones integrales de la cadena de suministro sigue dando frutos. “Nuestro objetivo es estar más cerca del cliente, ofreciendo visibilidad y control en cada eslabón”, explican desde el operador danés.

El comportamiento más robusto se registró en la división de terminales, que firmó un trimestre histórico. APM Terminals incrementó su volumen un 8,7 por ciento, con un Ebit de 497 millones de euros, un 69 por ciento más interanual, y un margen operativo del 39,4 por ciento. La demanda fue especialmente fuerte en América y Europa, con terminales cercanas al máximo nivel de utilización. Entre los hitos del trimestre destacan el inicio de operaciones del Rijeka Gateway en Croacia, las ampliaciones en Callao (Perú) y Puerto Progreso (México), y el avance de los proyectos en Brasil e India. “Las terminales son una pieza esencial de nuestro modelo integrado: maximizan la conectividad y mejoran la eficiencia de toda la red”, destacó Clerc.

Maersk explica que el contexto macroeconómico presenta signos de resiliencia, con Estados Unidos superando expectativas gracias a la inversión en tecnología y Europa mostrando una recuperación gradual. China, en cambio, moderó su crecimiento al 4,8 por ciento, con una demanda interna débil pero exportaciones firmes. En este escenario, el comercio marítimo mundial, pese a las interrupciones en el Mar Rojo, registró un aumento interanual de entre el 3 y el 5 por ciento en el tercer trimestre.

Emisiones

En el ámbito medioambiental, Maersk ha lamentado la decisión de la Organización Marítima Internacional (OMI) de posponer un año la adopción del marco global de precios de emisiones, pero ha reiterado su compromiso de alcanzar cero emisiones netas en 2040 mediante nuevas tecnologías y combustibles alternativos. “La transición energética del transporte marítimo necesita un esfuerzo conjunto; seguiremos avanzando sin esperar a la regulación”, explicó Clerc.

Con una estrategia centrada en la integración logística, la digitalización y la sostenibilidad, Maersk continúa su transformación de naviera a operador logístico global, reduciendo su dependencia del ciclo de los fletes y apostando por una red multimodal resiliente. En palabras de Vicent Clerc, “este trimestre demuestra que estamos construyendo una Maersk preparada para cualquier clima de mercado”.