Mirar sin ver  | 

‘Nearshoring’ vs. ‘Reshoring’

Nadie quiere pagar más por lo mismo, ni trabajar lo mismo, cobrando mucho menos

A principios del siglo XXI descubrimos que el futuro pasaba por el Nearshoring (deslocalización de la producción). En plena efervescencia del todavía latente ataque del virus que ha tambaleado los cimientos del mundo, la permanencia pasaba por el Reshoring (relocalización de la producción).

Además y desconociendo la razón, nace y con un criterio de mi total apoyo, la búsqueda de una solución para la inmigración, para aliviar a las almas que quedan clavadas en las púas de las alambradas que quieren saltar y de las que yacen en el Mar Mediterráneo, huyendo en ambos casos, tan solo buscando vida, siquiera buena vida, que quizás llegue, ya les basta, triste, pero les basta.

A ninguno de los genios aspirantes a aparecer en los libros de historia les he escuchado expresar que las dos premisas de lo anterior están directamente vinculadas entre problema y solución. Prefiero pensar que es por ignorancia, porque si es por hipocresía, no voy a ser capaz de retener la poca esperanza que me queda en este mundo.

Si no queremos invertir en que los países menos favorecidos desarrollen sus productos en los más favorecidos, porque se nos ha ocurrido que ahora toca el Reshoring, vamos a tener que buscar una solución para esa inmigración, porque las personas que pueden no necesitar un automóvil con un símbolo parecido al de la paz, necesitan comer, vestir, tener un techo, junto con sus descendientes y ascendientes.

Con todas las/mis críticas al país de los que tienen la mirada de sospecha, que nos quede claro que todo producto que lleve una carga de mano de obra relevante está fuera del Reshoring. ¿Por qué? Nadie quiere pagar más por lo mismo, ni trabajar lo mismo, cobrando mucho menos, ya que, si no aceptamos, al menos una de sus dos premisas, volvemos a los que sospechan… “No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto” (Aristóteles).

Miguel Rocher

mrocher@operinter.com