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Peajes

Subir impuestos o inventarse nuevas figuras fiscales es una decisión desacertada, que frenará la recuperación

El Gobierno de Sánchez vuelve a la palestra con su intención de cobrar peajes en las autovías españolas en 2024. Esa iniciativa, que responde a la necesidad del Estado de buscar nuevos recursos para costear los servicios públicos ante la abultada deuda que ha generado, es absolutamente inoportuna y acarreará un importante coste para los profesionales del transporte; un gasto adicional que además se extenderá entre el resto de los actores de la cadena de suministro.

Los más de 12.000 kilómetros de vías gratuitas de alta capacidad que vertebran España son infraestructuras públicas y su uso, como venimos sosteniendo desde la patronal, en ningún caso debería ser de pago, ya que los españoles hemos sufragado con nuestros impuestos su construcción y mantenimiento diario. Además, elevar impuestos a las empresas o inventarse nuevas figuras fiscales en mitad de una crisis económica como la que venimos atravesando es una decisión completamente desacertada, que frenará la recuperación.

En España, el 95% del transporte de mercancías se realiza por carretera, por lo que resulta todavía un mayor disparate que parte de este dinero se le impute a un sector como el nuestro, que utiliza las autovías como lugar de trabajo, que es generador de riqueza y empleo y que es esencial para que no se produzca desabastecimiento. Lejos de premiar esta condición, se le pretende castigar con un incremento de los costes operativos lo que, a buen seguro, frenará el desarrollo y la competitividad de sus empresas.

A falta de una propuesta formal, todo apunta a que, pese a que desde el Gobierno se nos trasladó su intención de impulsar esta medida con el consenso y el respaldo del sector, finalmente esta podría ser aprobada de manera unilateral.

En todo caso, desde UNO estamos trabajando sin descanso por impulsar el diálogo y la negociación, con el objetivo de que el Ejecutivo reflexione y retroceda en su intención de imponer medidas injustas como esta. Ya es hora de favorecer la competitividad de un sector que viene haciendo frente a otros problemas como el desproporcionado aumento del precio de los combustibles -que está afectando al margen de beneficio de las empresas- o el déficit de 15.000 transportistas que existe en nuestro país

Francisco Aranda

presidencia@unologistica.org