La UE no puede hacer oídos sordos en sus presupuestos a los aparcamientos seguros
Que los conductores tengan que descansar dentro de sus vehículos con un ojo abierto no es el mejor de los incentivos para atraer a nuevos profesionales del volante. Con un déficit superior a los 600.000 conductores estimados en 2025 por la IRU, una cifra con claros visos de ir in crescendo durante los próximos años, resulta irrisorio el número de aparcamientos seguros existentes en las carreteras europeas. No llegan al 2 por ciento los parkings seguros, según un estudio promovido por la Comisión Europea.
Es decir, menos de dos de cada 100 plazas de estacionamiento para vehículos pesados reúnen unas condiciones de seguridad y unos servicios mínimos donde el profesional pueda reponer fuerzas adecuadamente y con tranquilidad. Y ello beneficia, lógicamente, al propio profesional y a la carga, pero también al conjunto de sociedad. Y este último extremo no solo por la labor imprescindible que realiza el transportista, un descanso reparador también rema a favor de una mejor seguridad vial en nuestras carreteras.
Obviamente, la falta de profesionales, uno de los principales problemas a los que se enfrenta el sector, no se soluciona únicamente con más aparcamientos seguros. Pero, sin duda, contribuiría a hacer más atractiva la profesión. Más teniendo en cuenta que el déficit se da sobre todo en el transporte de larga distancia y las pocas mujeres profesionales del volante que todavía hay.
La UE no puede hacer oídos sordos en sus próximos presupuestos a lo que justamente reclaman patronales y sindicatos, más aparcamientos seguros en nuestras carreteras.
Eva Mármol
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