Revolera  | 

Prioridad al kW

Si se sigue descuidando el transporte por carretera, el sector se detendrá. Y entonces, se parará todo

Hace unos meses veíamos como la Unión Europea comunicaba la friolera de un billón de euros de inversión para el cumplimiento del ‘Green New Deal’, anuncio hecho dentro del marco de una decepcionante Cumbre del Clima (COP 25) que acogió Madrid. En sus 50 medidas, en lugar de impulsar un abanico de posibles soluciones para la reducción del CO2 atmosférico, se tiende a forzar la adopción de alternativas eléctricas, con la consecuente pérdida de opciones que un “monocultivo” tecnológico conlleva. No han tardado en surgir, al amparo de ese “Pacto Verde”, quienes escriben su particular “carta a los Reyes Magos” y piden la inversión de 28.000 millones de euros para instalar 40.000 puntos de recarga para dar servicio a un supuesto parque de medio millón de camiones eléctricos. Por supuesto, engalanadas de “verde”, acuden muchas voces a aplaudir este tipo de iniciativas, sobre todo desde el lado de los instaladores y del propio sector eléctrico.

Sin embargo, hay otra realidad que por más años que pasan y por mucho que se denuncie no parece que interese a casi nadie: cinco millones de conductores profesionales en Europa que deben hacer frente a una sangrante carencia de lugares seguros y confortables en los que completar sus reglamentarios descansos diarios y semanales. Para disimular, la UE acaba de destinar la ridícula cifra de 60 millones de euros para potenciar la creación (¡en todo el continente!) de ese tipo de zonas de aparcamiento para camiones. Me temo, además, que, para más INRI, una parte de esa pobre cantidad se emplee en dotarlos de puntos de recarga para camiones eléctricos.

Parece que hay una dudosa equidad en las prioridades: los kW antes que las personas y antes que la seguridad (según la propia UE, los robos de mercancías en carretera suponen más de 8.000 millones al año de pérdidas para la cadena logística europea).

Humildemente propongo desde aquí que se facilite la adopción “natural” (por ser más competitivas) de otras formas de propulsión para el transporte y, sin más dilación, se ponga remedio a lo realmente necesario, como son esas áreas de descanso seguras, ya que si se le sigue descuidando, el transporte se detendrá. Y entonces, se parará todo.

Ramón Valdivia

rvaldivia@astic.net