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Reparto urbano

Los calendarios de restricciones deben ser realistas y estables para poder amortizar las inversiones realizadas

El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana sostiene que, de los principios básicos de la Estrategia de Movilidad, el fundamental es lograr una movilidad descarbonizada en las ciudades, así como una descongestión de las mismas. Por eso, uno de los focos de este tipo de políticas está en la delimitación de Zonas de Bajas Emisiones (ZBE).

En Europa ya hay más de 200 ciudades que tienen delimitadas este tipo de zonas. En España también tenemos algunos casos y pronto las ciudades de más de 50.000 habitantes tendrán que definir sus ZBE. El gran desafío de su puesta en marcha es, sin duda, el hacerlo de una manera armonizada. La movilidad en la ciudad es competencia municipal, pero tenemos que lograr que las distintas iniciativas estén amparadas en un mismo marco común.

Otro gran reto es lograr un calendario realista y aplicable. Las empresas de logística y transporte somos los primeros en desear una ciudad menos congestionada y contaminada, pero tenemos que lograrlo de una forma racional, porque las ZBE también requieren del servicio de la distribución urbana para que tanto los establecimientos puedan reponer sus mercancías, como para garantizar el reparto del comercio electrónico a los vecinos que viven allí. No puede haber vecinos de primera que sí que reciban las compras online en sus domicilios y vecinos castigados sin este servicio.

Por otra parte, el periodo de amortización de un vehículo de transporte puede llegar, en algunos casos, hasta los veinte años. Los calendarios de restricciones deben ser realistas y estables para poder amortizar las inversiones realizadas. A la vez, hay que incentivar la renovación de flotas con ayudas que ofrezcan certidumbre, sin que impliquen el achatarramiento de la flota antigua, porque eso penaliza, por ejemplo, a los vehículos ecológicos adquiridos a través de fórmulas como el renting y el leasing.

Sin olvidar que aún queda un amplio camino para contar, por ejemplo, con una oferta de vehículos de energías alternativas tan amplia como necesita la distribución urbana de mercancías. Finalmente, no podemos olvidar que quien adquiere este vehículo es un autónomo o una pyme, cuya capacidad de financiación no es muy elevada.

Francisco Aranda

presidencia@unologistica.org