Resiliencia

Las cadenas de suministro han registrado en los últimos años perturbaciones y disrupciones

La resiliencia, capacidad de adaptación frente a un agente perturbador, pasó de ser un término acuñado en el ámbito de la física y la psicología a utilizarse ampliamente para referirnos a una característica que deben tener las cadenas de suministro. Si hay algo que las cadenas han experimentado en los últimos años han sido precisamente perturbaciones y disrupciones que han requerido desplegar nuestras capacidades y nuestra imaginación para sobreponernos en un breve espacio de tiempo al impacto causado.

La última de ellas, las protestas de los agricultores franceses que han interrumpido el transporte de mercancías por carretera, ocasionando perdidas a los transportistas españoles que se estiman entre 10 y 12 millones de euros diarios. A estas protestas se suma la huelga iniciada el 10 de febrero por la Plataforma Nacional para la defensa del Sector del Transporte, que, si bien no cuenta con el apoyo de las patronales, si agrupa a un número importante de autónomos y pymes. Dos ejemplos de disrupciones en el panorama logístico español que requieren de buenas dosis de resiliencia en la gestión de la cadena de suministro para afrontar un conflicto que puede prolongarse por las tensiones políticas y sociales asociadas.

A la resiliencia deben unirse acciones estructurales que mejoren la situación del transporte por carretera. En este sentido, iniciativas como ‘Truck Firendly Movement’, que trabaja por la responsabilidad social en el transporte de mercancías, sensibilizando sobre el trabajo de los conductores e impulsando mejoras en las condiciones a las que se enfrentan en su actividad diaria, pueden contribuir a la búsqueda de soluciones para minimizar determinadas disrupciones en los próximos tiempos.

Ana González

cel@cel-logistica.org