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Se las prometían mejores

Ha sido un buen inicio del año para las empresas de transporte terrestre de contenedores que operan habitualmente en el puerto de Barcelona, aunque el segundo semestre ha traído ralentización, no saliendo el camión inmune a la inestabilidad global.

Las empresas de transporte terrestre de contenedores que operan habitualmente en el puerto de Barcelona se las prometían mejores a principios de año después de puntas de actividad de no dar abasto en 2024. Y de hecho, la primera parte del año ha sido buena creciendo por encima de los volúmenes del ejercicio anterior, según señalan la mayoría de los profesionales consultados por este periódico.

El sector pide aparcamientos en las proximidades al puerto.
El sector pide aparcamientos en las proximidades al puerto.

Sin embargo el segundo semestre ha traído una ralentización de la actividad, lejos del boom del verano de 2024. Hay coincidencia: el camión que opera en los muelles no ha salido inmune de la inestabilidad del comercio internacional provocada por los aranceles de Trump y la situación geopolítica mundial.

La falta de conductores sigue ocupando el podio, y con diferencia, de las preocupaciones del sector. Todos los consultados por Transporte XXI, asociaciones y empresarios, señalan el déficit de profesionales como uno de los principales retos, sino el que más, al que se enfrentan.

Hace unos años, “ampliar la flota dependía del poder adquisitivo. Ahora, primero buscas el chófer y después compras el vehículo”, señala Óscar González, presidente de la patronal ATEC. “El pasado mes de agosto ha habido entre un 10 y un 15 por ciento de la flota de nuestros socios parada porque no han encontrado sustitutos por las vacaciones de sus chóferes”. Hay empresas que han llegado a tener “el 25 por ciento de la flota parada”, añade Bonifacio Asensio, presidente de Ametraci.

Han dejado de existir chóferes sustitutos por un periodo corto de tiempo, sean unas vacaciones o una baja: “Nosotros tenemos tres camiones parados de una flota de 14 porque nuestros chóferes están de baja y no encontramos relevo”, asegura un empresario.

El problema es doble, hay déficit de profesionales del volante y de profesionales con experiencia. “Para nosotros, es más la falta de conductores que sepan que la falta de conductores”, señala una de las empresas consultadas. “Contratamos a profesionales de fuera del puerto que no saben como funciona y les cuesta adaptarse”, añade el presidente de ATEC.

Hay también coincidencia en que no es suficientemente ágil la contratación de conductores de terceros países. Y ante la falta de experiencia, las asociaciones que representan al sector “estamos pidiendo a la Autoridad Portuaria que organice cursos de formación y prevención a los conductores para evitar accidentes en la terminales”, señala Óscar González. La iniciativa “ha sido acogida favorablemente, pero falta por concretarse”.

En la contratación de conductores extranjeros, las empresas de transporte que operan en el puerto de Barcelona se enfrentan a otro problema que no tienen los colegas de otras provincias, la carestía de los pisos (de alquiler o compra) en la capital catalana y el área metropolitana. “Los precios están tan inflados que ni ofreciéndoles mil euros más se quedan y prefieren ir a trabajar a otros sitios de Cataluña o de España”, asegura otro de los consultados.

En el caso de los autónomos, ven las orejas al lobo: “Nosotros encontramos recambio a los socios que se jubilan. El problema es que los que entran suelen ser mayores. Y llegará un momento en que no habrá relevo, con lo que el problema lo tendremos dentro de 5 o 10 años”, señala Jorge Fernández, presidente de Sintraport.

La falta de aparcamientos dentro del recinto portuario o en las proximidades es otro problema que trae de cabeza al sector: “Faltan zonas para aparcar y servicios para los transportistas”, señala el presidente de Ametraci. “Nos piden que compremos camiones más eficientes y, después, tenemos que hacer 50 o más kilómetros sin sentido para dejar el vehículo porque no tenemos donde aparcar en la zona del puerto cuando son camiones que operan exclusivamente allí”, añade el presidente de ATEC.

Más fluidez en las puertas

Los transportistas siguen esperando para acceder a las terminales, pero no desesperan a diferencia del año pasado. Sin duda, ha influido la caída del transbordo al reubicarse los tráficos tras el boom de este tipo de flujos por el desvío de los buques por el cabo de Buena Esperanza ante el conflicto del mar Rojo.

También ha ayudado la nueva ordenanza de preferencia de atraque para los buques con más carga local, pero no ha sido el único factor. “No ha sido un año como el pasado caracterizado por las colas”, señala el presidente de ATEC. “Las nuevas alianzas (navieras) han comportado cambios en las terminales, lo que ha ayudado a reducir la congestión”, añade el presidente de Ametraci.

“Sí ha bajado la congestión, aunque tenemos puntualmente problemas en BEST porque ha aumentado la capacidad” en el muelle con más bloques semiautomáticos, pero “sigue teniendo las mismas puertas de acceso”, señala uno de los empresarios. Eso sí, “nos consta que tienen voluntad de solucionarlo y añadir más puertas”, añade esta fuente.

Más información en la edición en papel del 1 de octubre de Transporte XXI.