El exceso de horas al volante está detrás del 55% de las infracciones de los transportistas, según un estudio de la DGT
Un estudio de la DGT ha puesto encima de la mesa la triste realidad de que el exceso de horas al volante estaba detrás del 55 por ciento de las infracciones de los transportistas. Un dato que corrobora la necesidad de impulsar un plan en materia de seguridad vial que elimine esa terrible realidad que afecta a trabajadores y empresas.
Para acabar con esta problemática se necesita de las administraciones públicas, cuyo papel es esencial para impulsar áreas de estacionamiento con zonas de descanso que permitan a nuestros conductores reposar con todas las garantías, acudir a cuartos de baño dignos y almorzar con total seguridad.
Asimismo, con el fin de reducir los accidentes en carretera, consideramos necesario que las empresas puedan introducir el alcolock o dispositivo de bloqueo de arranque, así como someter a sus profesionales a controles aleatorios para vigilar el consumo de otras sustancias psicotrópicas.
A lo anterior, se suma la necesidad de mejorar la red viaria, porque para eso pagamos ya unos abultados impuestos; de someter a los conductores a un reconocimiento médico anual; así como de modernizar el parque móvil financiando la sustitución de vehículos antiguos por otros con mejores dispositivos de seguridad. También me parece sensato repensar la edad de jubilación debido a la intensidad de su actividad laboral. Estas medidas ya se han puesto en conocimiento de la Comisión de Seguridad Vial del Congreso de los Diputados.
En favor de estos objetivos nació hace cinco años la Escuela de Repartidores Premium de UNO, un programa formativo que cuenta con el respaldo del Ministerio de Transportes, la DGT y PONS Seguridad Vial, con el que se persigue dotar a conductores de última milla de nuevas skills para desenvolverse en condiciones adversas, garantizando una conducción eficiente y segura.
Francisco Aranda
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