Caso práctico  | 

Seguro

Toda actividad económica conlleva un riesgo que se traduce en la posibilidad de ocasionar daño y recibir reclamación del perjudicado

En la actividad del transporte es habitual que nos fijemos en los efectos más inmediatos, que son los daños a las mercancías, de ahí que el operador tiene mucho interés en cubrir las reclamaciones por daños a la carga. La legislación permite, por ello, que se contrate un seguro de daños a la carga que, no siendo técnicamente un seguro de responsabilidad civil, tiene el mismo interés y se considera un seguro de responsabilidad civil limitado a cubrir la carga.

Hoy día, la actividad del operador de transporte no se limita a llevar la mercancía de un punto a otro, muchos se han convertido en operadores logísticos que hacen otras actividades complementarias. Se trata de cubrir la explotación en sentido amplio con la descripción de toda la actividad para cubrir los daños a terceros. El seguro de mercancías aquí ya no es el punto de partida, sino una cobertura más, es básico disponer de un seguro de responsabilidad civil de explotación que cubra los daños a terceros y ampliarlo para cubrir las mercancía.

Hay que saber que el seguro de responsabilidad civil de explotación por definición no cubre los daños ocasionados en el mismo objeto sobre el que el profesional asegurado realiza su actividad. Esto quiere decir que no se cubren las mercancías transportadas, ni la maquinaria o grúas de alquiler o cedidas de otras empresas. Se cubre la responsabilidad extracontractual pero no la contractual frente a clientes. Para adaptarse a este tipo de operativa, ofreciendo una cobertura amplia que proteja los riesgos del negocio, hay aseguradoras que disponen de productos específicos para ampliar la cobertura a la responsabilidad civil contractual por daños tanto a la carga como a los equipos de manipulación y transporte.

Se puede añadir, además, la cobertura del seguro profesional por errores cometidos en la operativa. Aquellos que trabajan en la emisión de documentos de transporte, como conocimientos de embarque o cartas de porte, clasificación y etiquetaje, despacho de aduanas, declaraciones ante las autoridades… se exponen a cometer errores en la tramitación de documentos que puede paralizar un transporte, obligar a remover la mercancía, reenvíos, etc. Así, podemos ver el paquete completo que es más que un seguro, es la protección del negocio.

Juan Ignacio Beitia

jibeitia@sarenet.es