Miguel A. Martín
No queremos ser repetitivos, pero no cabe otra cosa ante lo que está ocurriendo en el sector. Las tergiversaciones, amenazas y chantajes al Estado y al tejido empresarial de una parte de los transportistas autónomos van a más y no resulta fácil adivinar cuál será el final, aunque nadie debe esperar nada bueno. Fomento, de la mano de su Dirección General de Transportes por Carretera, tiene la responsabilidad absoluta en este campo