Opinión  | 

Tabletas robustas en intralogística: agilizar los procesos de producción

Pablo Entrena. Business Development Manager de Concept International Spain

Hoy en día, las tareas específicas pueden realizarse de forma más intuitiva y rápida en tabletas que en un ordenador.

La movilización y miniaturización de las TI avanza imparablemente. Tanto en la vida privada como en la profesional. Smartphones, smartwatches y otros wearables son nuestros centros de comunicación y planificación que llevamos en el bolsillo o en la muñeca. Los negocios también son completamente “móviles“ en muchos ámbitos. Hoy en día, las tareas específicas pueden realizarse de forma más intuitiva y rápida en tabletas -es decir, con una pantalla táctil en la mano- que en un ordenador. La intralogística se aprovecha de ello en muchos ámbitos.

El sector logístico refleja con especial claridad la movilización de los procesos de trabajo. Los dispositivos operativos móviles, como los ordenadores de mano, son habituales desde hace años. Sin embargo, los dispositivos de mano siguen estando adaptados a ámbitos de aplicación muy reducidos y, por lo general, especiales, como la gestión de la última milla en la logística de reparto y la entrega de paquetes. Aquí sólo se necesita un escáner de códigos de barras y una pequeña pantalla en la que se puedan realizar los pocos pasos del proceso de forma intuitiva y rápida.

En otros ámbitos de la logística, como la intralogística, las tabletas se utilizan cada vez más. Sustituyen a los terminales operativos especialmente desarrollados en los carros de picking, así como a las unidades informáticas instaladas de forma permanente en los vehículos sin conductor y a los procesos basados en papel en las carretillas elevadoras.

Esto se debe al progreso tecnológico. Las tabletas ya no son aparatos frágiles. Existen dispositivos especialmente fabricados para un uso robusto. Estas tabletas robustas son insensibles a vibraciones, golpes, caídas, polvo y humedad. Para ello, las tabletas se someten a pruebas según las normas comunes del sector. Los certificados más importantes incluyen IP65 e IP67 para la protección contra el agua y el polvo, así como la norma militar MIL-810G para la protección contra vibraciones, golpes y caídas. La norma MIL-810G es especialmente importante para aplicaciones intralogísticas, como el uso de tabletas en carros de preparación de pedidos, un ámbito de aplicación con un alto nivel de vibraciones.

Sin embargo, las razones por las que cada vez se utilizan más tabletas en logística también residen en los usuarios. Conocen las tabletas de su vida privada y están familiarizados con las pantallas táctiles. De ahí surge el deseo de trabajar también en el trabajo con las modernas TI móviles.

Las pantallas de alta resolución sustituyen a los procesos basados en papel
En lo que respecta a las pantallas, los modernos procesos de fabricación, como la unión óptica, en la que adhesivos especiales rellenan el espacio de aire entre la superficie táctil y la pantalla, así como plásticos robustos y al mismo tiempo de alta calidad, hacen que las pantallas sean muy sensibles al tacto, permitan gestos y toques con varios dedos y, al mismo tiempo, brillen mucho y reflejen muy poco. Además, las resoluciones HD de 1920 x 1080 píxeles y más son estándar. Las pantallas, tal y como las conocemos de los dispositivos de consumo de gama alta, también pueden utilizarse en entornos reforzados.

Esto abre nuevas posibilidades. Una resolución fina en la pantalla es fundamental para mostrar listas complejas en la tableta de una forma agradable a la vista. Así, los datos pueden introducirse directamente en el lugar de almacenamiento, simplemente tecleando el usuario en el campo o manejando virtualmente un deslizador visualizado. Los gestos con varios dedos son un requisito indispensable para escribir en un teclado de software. Y la alta luminosidad –hasta 1.000 Cd/m² (candelas por metro cuadrado) – es habitual hoy en día; combinada con unas elevadas propiedades antirreflectantes, permite leer los datos incluso en exteriores y a la luz del sol. Los procesos complejos que antes se realizaban en papel, como el despacho de aduanas, ahora pueden procesarse de forma móvil y sin papel gracias a un potente hardware.

Un tercer aspecto que hace que las tabletas sean idóneas para aplicaciones logísticas es su conectividad. Las interfaces para redes móviles y redes de datos estacionarias, es decir, LTE, WLAN y Ethernet RJ45, permiten una conexión fluida y al mismo tiempo segura con los sistemas centrales de una empresa, como el sistema ERP, independientemente de su ubicación. Por ejemplo, se utilizan tabletas para las tiendas web en lugar de paneles de control fijos basados en PC en los carros de picking de los centros de expedición.

Los dispositivos periféricos, como los lectores de códigos de barras portátiles, pueden conectarse a la tableta mediante Bluetooth o USB. Las interfaces NFC permiten una autenticación segura y cómoda del usuario mediante una tarjeta de identificación de la empresa.

Las tabletas permiten a los empleados moverse libremente por las zonas del almacén, por ejemplo para la preparación de pedidos. Los trabajadores de almacén pueden escanear etiquetas RFID UHF directamente desde carretillas elevadoras mediante lectores integrados. UHF funciona a distancias mayores, de hasta unos diez metros, lo que resulta práctico, por ejemplo, en almacenes de estanterías altas. Los empleados reciben información adicional importante de la etiqueta RFID, como la fecha de fabricación, esencial para los proveedores de automoción, por ejemplo, o las cantidades aún disponibles. A través de la gran pantalla de una tableta (los formatos de entre ocho y 14 pulgadas son habituales), los empleados tienen siempre a la vista todos los datos relevantes del albarán, incluidos los artículos ya recogidos, los que quedan por recoger con su ubicación, un orden de recogida razonable, que evite desvíos, así como los datos de la dirección del cliente.

Documentación y cálculo de la carga directamente en el palé
Las firmas pueden registrarse fácilmente mediante la captura de firmas y la capacidad de digitalización de la pantalla. Cada acción se marca con fecha y hora para su posterior consulta, algo importante en la logística refrigerada, por ejemplo. Todos los datos y la documentación son menos propensos a errores y más fáciles de buscar y recuperar cuando sea necesario.

Las cámaras de alta resolución integradas permiten documentar daños al recibir mercancías o mercancías etiquetadas incorrectamente. Algunas tabletas funcionan con cámaras 3D, las llamadas cámaras de profundidad, que pueden utilizarse para medir objetos sólidos. Con un software especial es posible realizar cálculos complejos, útiles, por ejemplo, para calcular el volumen y el peso de las mercancías en palés y determinar así las cargas óptimas. Para estos procesos son imprescindibles procesadores potentes. Actualmente, por ejemplo, las CPU Core-i de décima generación están instaladas en tabletas con tecnología Intel, lo que permite realizar grabaciones de vídeo de alta resolución, por ejemplo para documentar pruebas.

Por último, pero no por ello menos importante, los avances que ha experimentado la tecnología de las baterías son indispensables. Trabajar con tabletas significa estar sin conexión fija a la red eléctrica la mayor parte del tiempo. Las tabletas rugerizadas están equipadas con baterías especialmente potentes con tiempos de funcionamiento de diez a quince horas. Sin embargo, si las baterías se agotan, pueden sustituirse rápidamente durante el funcionamiento para permitir un uso de 24 horas. Como alternativa, la tableta puede colocarse en una estación de acoplamiento o un soporte VESA con un paquete de baterías adicional, lo que permite seguir trabajando cómodamente.