TRANSPORTE 4.0  | 

Tecnología ¿necesaria?

No son pocos ni nuevos los problemas a los que se enfrenta el sector

Arrancamos el curso 2025-2026 abriendo un paréntesis en la serie que inicié hace unos meses sobre “ciencia ficción” en el mundo del transporte y las tecnologías digitales; volveremos.

A veces me pregunto, me preguntan, discutimos, si realmente merece la pena seguir debatiendo, proponiendo, evangelizando sobre las virtudes y, sobre todo, las necesidades de modernizar transformando digitalmente el transporte, cuando nos encontramos en medio de una pandemia de catastróficas consecuencias, me refiero a la progresiva y constante caída en los niveles de calidad, prestaciones y nivel de servicio en el transporte de mercancías, en particular el terrestre. En esto influyen muchas cuestiones, y no son pocos ni nuevos los problemas a los que se enfrenta el sector. Por recordarlos brevemente, empezando por la enorme presión sobre el transporte de la corriente/moda de la sostenibilidad medioambiental y la consiguiente inseguridad sobre las fuentes de energía a medio y largo plazo entre el tradicional gasoil, el gas, el eléctrico o el más futurible hidrógeno, así como por supuesto, sus costes, tanto de inversión inicial (los vehículos), como los operativos.

El siguiente es el problema de la gestión de talento, o como lo llamaríamos hace unos pocos años, la gestión del personal. En concreto, la escasez de vocaciones para continuar la renovación generacional y la ampliación de flotas y servicios. España, Europa y prácticamente todos los países del primer mundo, adolecen del mismo grave problema al que le vemos difícil solución.

Pero aún hay algo más que afecta, y mucho, a la calidad. Es el estado de las infraestructuras sobre las que circulan los vehículos (carreteras y ferrocarril). Todos los indicadores que tenemos apuntan a lo mismo, deterioro por falta de inversión en mantenimiento y mejoras. Esto produce incidencias, cortes de servicio, mayor desgaste (y por tanto costes) en los vehículos, menos seguridad y por ende más accidentalidad. La tormenta perfecta.

Con estos mimbres, qué empresario va a preocuparse de digitalizarse.

Juanma Martínez

jmmartinezmourin@gmail.com