Los transitarios no tenemos más vademécum que convertirnos en pitonisas que dicen cuál será el número premiado
El año 2025 pide eutanasia, porque no quiere ser personaje de la obra de 2026, habida cuenta de que no tiene ni la más remota idea de cómo hacer los presupuestos que debería haber cerrado a principios de su último trimestre de vida legal. Desde inicios del siglo XXI, aquellos actores que componemos el elenco de protagonistas de la cadena global de suministro venimos percibiendo, cuan tatuajes internos delebles, que cada vez somos más impotentes para informar a clientes y a potenciales de cuál va a ser la hoja de ruta material del precio del slot en el año venidero, obviando los pretéritos. Y menciono como referencia el tráfico marítimo, teniendo en cuenta que representa no menos del 81% del transporte del comercio mundial, por lo que el terrestre, aéreo, ferroviario, courier o multimodal son subproductos del mar. Solo las aduanas tienen mucho que decir.
Los transitarios o representantes aduaneros a través de las conversaciones con consignatarios, navieras o armadores, nos podíamos hacer una idea, muy cercana a la realidad de lo que iba a suceder, de modo que nuestra cartera pudiera hacer escandallos muy cercanos a la realidad, con los que salir a comprar materia prima, semielaborados, o terminados, para producir y/o vender directamente a sus clientes y potenciales, dentro y fuera de su ámbito económico geográfico y político.
Hoy, el juego de las sillas y la música de los niños es más real que nunca, a saber. El consumidor final le pide a su proveedor que le dé el dato final y este a su vez, hace lo mismo con su proveedor del plano superior y así sucesivamente. Claro está, que, con los intereses económicos, geopolíticos, que controlan a mentes simples que ejecutan maldades para esos cinco apellidos que mandan de verdad, hacen que los transitarios, ya que los que tienen hacerlo no lo hacen, no tengamos más vademécum que convertimos en pitonisas visionarias que dicen cuál será el número premiado. “No me importa que hayan robado mi idea, me importa que no tengan proyección propia” (Nikola Tesla o un Transitario).
Miguel Rocher
mrocher@operinter.com
