Mutatis mutandis  | 

Y ahora, peajes no

Una prueba más de la facilidad que tiene nuestro presidente en funciones para decir, “donde dije digo, digo Diego”

No le debió gustar a Pedro Sánchez que Alberto Núñez Feijóo le echara en cara su compromiso con la Unión Europea para establecer peajes en las principales autovías de España en pleno debate presidencial. Desde entonces, todos los esfuerzos del Ejecutivo han venido marcados por intentar borrar ese compromiso de España con Europa, como si nunca hubiera existido. Una prueba más de la facilidad que tiene nuestro presidente en funciones para decir, “donde dije digo, digo Diego”.

El tema no es baladí ya que del cumplimiento de dicho compromiso depende el desembolso de 8.000 millones de euros del Plan de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea que España necesita como agua de mayo.

Aunque no había nada oficial en el momento de escribir este artículo, la prensa comentaba que dicho compromiso, todavía no aceptado por Europa, se iba a sustituir por una propuesta del Gobierno consistente en un plan de apoyo al ferrocarril materializado en el desarrollo de un programa de autopistas ferroviarias, la bonificación de los cánones ferroviarios para los tráficos de mercancías, y la puesta en marcha de incentivos al cambio modal y a la modernización del sector.

Aunque muchos intentos se han hecho desde hace años por hacer el ferrocarril de mercancías más competitivo en España y poco se ha conseguido hasta la fecha, no tengo nada en contra de las medidas que propone el Gobierno. Lo que me resulta más difícil es que la Comisión Europea acepte cambiar un compromiso, como los peajes, cuyo objetivo es lograr la convergencia fiscal de España, por un compromiso basado en subvenciones y más subvenciones a la carretera y al ferrocarril, que de una u otra manera tendremos que pagar todos los españoles. ¡Veremos que dice Europa!

José Manuel Vassallo

josemanuel.vassallo@upm.es