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El Puerto de Sevilla avanza en su nuevo centro de inspección

El Puesto de Control Fronterizo, que estará ubicado en una nave de la Zona de Actividades Logísticas, permitirá cuadruplicar el actual servicio que se presta en el enclave andaluz.

El Puerto de Sevilla avanza en el traslado de su centro de inspección a una nave existente, ubicada en la Zona de Actividades Logísticas. La instalación tendrá que ser habilitada para este propósito, una actuación que será financiada a cargo de la Autoridad Portuaria, que preside Rafael Carmona.

Imagen aérea de la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Sevilla, donde se ubicará el futuro Puesto de Control Fronterizo.
Imagen aérea de la Zona de Actividades Logísticas del Puerto de Sevilla, donde se ubicará el futuro Puesto de Control Fronterizo.

El proyecto del Puesto de Control Fronterizo (PCF) ha sido consensuado con todos los organismos encargados de las labores de inspección en el enclave sevillano al que se trasladarán desde las instalaciones actuales ubicadas en el Muelle de Batán. Estas instalaciones, donde se encuentran ubicados los servicios de Sanidad Exterior, Sanidad Animal, Sanidad Vegetal y SOIVRE, “están obsoletas”, indican fuentes de la Autoridad Portuaria.

El planteamiento que ha trazado la entidad permitirá cuadriplicar la infraestructura, modernizando los medios existentes para dar una mayor capacidad a los transportistas que operan en el centro. De hecho, con la nueva instalación, los muelles y las cámaras frigoríficas pasarán de 3 a 11, lo que supone una mejora sustancial para el control por parte de los organismos de inspección.

Recinto fiscal

La actuación debe contemplar la urbanización y reordenación del ámbito para que dicha nave quede fuera del recinto de la ZAL y se circunscriba en el recinto fiscal adyacente, explican desde la Autoridad Portuaria, que ha activado la hoja de ruta para la contratación de proyecto de ejecución, que deberá fijar el presupuesto de la obra.

El centro tendrá zonas diferenciadas para consumo humano y no humano, así como para producto de origen animal y no animal. El edificio proyectado deberá ser autosuficiente desde un punto de vista energético, disponiendo para ello, en principio, de paneles fotovoltaicos en la cubierta.