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Alerta: ‘fake news’

¿Cuánto más tiene que sufrir todo el sistema para trabajar conjuntamente en la solución?


La cultura de la cancelación es un neologismo que se refiere a la acción de retirar apoyo moral, financiero, de difusión de información y social aquellas personas, temas u organizaciones que se consideran inadmisibles por sus comentarios, acciones y consecuencias. Este fenómeno, hoy en la era de la transmisión de la información es relevante, y es posible detectarlo en forma de omisión o falsedades dentro del gran noticiero diario al que somos todos adictos.

El reciente paro de transporte, que ha suspendido la actividad del país hasta límites desconocidos, con violencia y una muy grave disrupción logística, ha impactado directamente en el ajuste de costes de la cadena logística y tendrá un efecto directo en la inflación y el poder adquisitivo del consumidor. Un conflicto que ha surgido desde y entre el mismo sector del transporte y que ha utilizado el mecanismo de la cancelación para evitar mostrar las causas reales y los graves estragos del paro. ¿Cómo? Repitiendo el eterno falso mantra de culpabilización de los cargadores de los problemas del sector y negando la evidencia de que somos parte esencial de la solución.

Tampoco es comprensible la cancelación en España del existente protocolo europeo IRU/ESC Charter (de buenas prácticas y mejora de condiciones para conductores) promovido a iniciativa de los cargadores europeos. No existe motivo alguno para cancelar y omitir la difusión de este nuevo marco relacional, gestado durante dos años entre todos los agentes sociales europeos, transportistas incluidos, a no ser que se esté cancelando también, y solo en España, el necesario marco de entendimiento con los cargadores.

Hoy, la “cancelación logística” solo sirve para evitar el cambio. ¿Cuánto más tiene que sufrir todo el sistema para trabajar conjuntamente en la solución? Ya no es posible demorarlo más.

Jordi Espin

jespin@transprime.es