La Administración debe tener claro que el frigorífico es un sector vital para la economía, un sector saneado, que lidera el transporte con la mejor flota de Europa

Hoy asistimos a una oportunidad única en España.

Hay que cuidar al transitario, al operador ferroviario, mimar al cargador, porque en el fondo las navieras sólo van a los puertos con carga y con una operativa competitiva

Queda tiempo para modernizarse, reconvertirse y liderar una cultura intermodal donde faltan empresarios.

Quizás Soren Skou pueda iluminarnos pronto sobre la hoja de ruta de sus inversiones en España

El sueño de Tesla va a degenerar en anécdota, en nueva improvisación política, otro postureo, otra pesadilla logística a orillas del mediterráneo.

Hoy el mercado paga las ineficiencias de una logística cara y poco flexible cuando se basa en infraestructuras arcaicas.

Nuestra logística empieza en Oriente, por eso tenemos que mirar lo que hacen las navieras y los terminalistas.

“Diez años después… Si tu credulidad se deterioró en algún lugar, no te olvides que soy testigo casual de tu soledad, la vida es una gran sala de espera”

Es hora de reivindicar un océano de competencia.

La llave legislativa es sólo un paso.

Quizás la carencia amorosa de Renfe por la carga provenga de su falta de pasión por ser una empresa.

La debilidad legislativa con el modelo laboral de estiba no ayuda.

Maersk va a instalar réplicas de Maasvlakte, terminales robotizadas en todo el mundo.

A ver si con un poco de unidad empresarial, el puerto de Valencia consigue recuperar negocios como ese tren que perdimos y encarar un mejor futuro

Los trenes de 750metros de Renfe entre Valencia y Coslada nacieron para ser deficitarios porque la pública se negó a aprender los secretos de la carga

Para sobrevivir no queda otra que ver el mundo de forma nueva cada día.

Es hora de hacer las infraestructuras que necesita el mercado, que las paguen sus usuarios, y no sólo las que exigía aquella política de grandes eventos

Hoy el buque “La Esperanza” continúa abandonado.

Hoy la confusión se apodera de la política y la ambición atropella a la consecuencia, pero los navieros no se duermen