La compañía, perteneciente al grupo francés Charles André, crece también como estibadora al comprar tres grúas para mover chatarra en el puerto de Barcelona.
Coma y Ribas, transitaria cuya principal actividad es el transporte internacional por carretera, ha reforzado su rol logístico con la apertura de una nueva plataforma en Parets de Vallès (Barcelona). Son unas instalaciones de 7.000 metros cuadrados de superficie cubierta y 10 muelles para la carga y descarga.
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La compañía ha abierto oficinas en el muelle Contradique.[/caption]
El nuevo almacén responde a la necesidad de “dar servicio a nuevos clientes y a internalizar operaciones logísticas que anteriormente teníamos subcontratadas”, señala Ramon Margalef, director general de Coma y Ribas, perteneciente al grupo francés Charles André.
La compañía cuenta cada vez más con una tipología de cliente al que presta tanto servicios logísticos, como aduaneros y transitarios. La nueva instalación contribuye “a consolidarnos más como un operador logístico integral”, añade el directivo.
Además, Coma y Ribas ha reforzado su actividad como estibadora de graneles sólidos sin terminal propia en el muelle Contradique del puerto de Barcelona. La compañía ha comprado tres grúas para realizar cargas de chatarra a los camiones para un cliente de este sector, una maquinaria que aportaba, con anterioridad, el propio cliente. “Contar con maquinaria propia, de cuyo mantenimiento se encarga nuestro equipo, ha sido un éxito, hemos mejorado la productividad”. A ello también ha contribuido la apertura de oficinas en el muelle Contradique.
Coma y Ribas sigue apostado por la intermodalidad. Movió unos 3.000 contenedores cisternas en servicios intermodales en 2022, sobre todo de Novatrans, perteneciente al mismo grupo, y de VIIA. Ha empezado las primeras operaciones intermodales de carga seca con Alemania y el objetivo es “potenciarlas”.