El Canal de Panamá conmemora los siete años de su ampliación con ajustes puntales de calado por la falta de agua en los lagos que alimentan la vía interoceánica, una situación que puede ir a peor.
El Canal de Panamá ha conmemorado el séptimo aniversario de su ampliación, a finales de junio, con el reto de la sequía. La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) ha venido realizando a lo largo de este año puntuales ajustes del calado para los buques
neopanamax que pasan por la vía interoceánica por los bajos niveles de agua en los lagos que alimentan el canal que conecta el Atlántico con el Pacífico.
[caption id="attachment_148181" align="alignleft" width="600"]

La ampliación del Canal de Panamá cumple siete años.[/caption]
La restricción supone pasar de un calado de 50 pies (15,24 metros), el máximo permitido, a los 47,5 pies (14,47 metros). Y ello se traduce en que los portacontenedores tienen que llevar menos carga. La disponibilidad de agua en la cuenca hidrográfica podría empeorar con la llegada del fenómeno de 'El Niño', alerta la Autoridad del Canal de Panamá.
Ante ello, el ACP está aplicando “medidas de ahorro durante los meses lluviosos para ayudar a la recuperación del agua en los lagos circundantes y, así, garantizar los recursos para el consumo humano sin afectar los tránsitos”. Sin embargo, puntualiza, la previsiones actuales “indican que el impacto económico es inevitable".
Más de 20.600 buques han transitado por el Canal de Panamá desde la inauguración de la ampliación de la vía interoceánica hace siete años. El ‘Cosco Shipping Panama’ fue el primer portacontenedores que atravesó las nuevas esclusas, el 26 de junio de 2016, “marcando un antes y un después para el movimiento de carga en el mundo”.
Además, la ampliación “abrió la vía navegable al 90 por ciento de la flota mundial de buques de gas natural licuado”, lo que supuso “un importante ahorro de tiempo para los productores de GNL de Estados Unidos y Latinoamérica a la hora de exportar hacia la costa oeste de Sudamérica y Asia”, añaden desde la ACP.