Luis Figaredo

Trasluchando
Licenciado en Derecho por la Universidad de Oviedo, está especializado en Derecho Internacional y Marítimo. Socio del bufete Figaredo & Asociados, en 2010 nuevamente fue considerado por el Chambers Europe como una de las principales autoridades del sector marítimo en España y persona clave en este campo. Es autor de diversas publicaciones y docente en diversas instituciones.

Lágrimas negras

Para negrura, la actuación de la Sociedad de Reconversión de los Medianos y Pequeños (e inexistentes) Astilleros, que ha terminado con su función garante y busca fórmulas para cumplir con su objeto

¿Quién paga los platos rotos?

Por parte de los bancos se vendía la estructura del Tax Lease, al tratarse de un negocio marítimo, como ‘estanca’.

‘My word is my bond’

En lo del tax-lease debería investigarse a quién favorece: al astillero (un poco), al armador (nada) y a los bancos (mucho).

“El mundo de Pumuky”

Cada vez se hace evidente que hay dos mundos: el real, que incluye el paro, la inflación y la vida perdurable.

“Indignez-vous!”

Más que por un estímulo inmediato, hoy me vería afectado por uno constante.

“Ahora que nadie llora a los ruiseñores…”

Con las medidas que se avecinan, uno saca la impresión que se está riñendo al pobre administrado por algo que parece que el ciudadano ha estropeado, pero que, afortunadamente, el político lo solucionará con esfuerzo, imaginación y paciencia

‘Let it be’

Parece que se pondrán en el mercado 160 millones de TPM de nuevos buques.

En tiempo de tribulación…

El primero tiene que ver con la frase de que a largo plazo estamos todos muertos; el segundo dice que si no hacemos algo a corto, no tenemos largo plazo; pero entre ambos posicionamientos existen coincidencias: hay que hacer algo y rápido

“Campeones, oe, oe, oeee”

Deberían de aprender de esa mareona de más de dos millones de españoles que se congregaron en Madrid, más aquellos que lo hicieron y celebraron en otras ciudades y en sus casas, cifras que jamás alcanzará ninguna de sus convocatorias

Me vale con 444 palabras

El Señor Arroyo ha tenido su espacio para despacharse a gusto, pero sin argumentos.

Lo esencial es invisible

Con nuestra panderetilla y castañuelas y al trepidante ritmo del pasodoble “Paquito el chocolatero”, presumimos de ser lo que no somos y evitamos el debate sobre lo que efectivamente somos

“Cuando el río suena….”

Se puede no estar de acuerdo con la fiesta nacional, pero que nos quede la “vergüenza torera” de retirar un artículo que ve la luz seis meses después de que la Corte de Apelación de Estados Unidos eche al río la nota de Ignacio Arroyo sobre el “Prestige

“Not in my backyard”

Años llevamos proponiendo un debate sobre la consideración de nuestro país como estado ribereño, dejando ya de un lado nuestro tradicional encuadre en la industria marítima.

“La vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser”

¿Qué hubiera sucedido si Haidar llega en patera perseguida por nuestras fuerzas y entramos en las aguas que Maleni regaló a Gibraltar, en su día? ¡Qué vergüenza de política internacional! No de ahora, de siempre (permítaseme este desahogo)

El “Alakrana”

“La justicia será abundante como el agua, el derecho será como el caudal de un río y en todas las naciones y gobiernos serán elegidos hombres que practiquen la misericordia y sean humildes ante Dios” (I had a dream, Martin Luther King)

“Aquellos brotes verdes de mirada serena……”

Ahora que se defiende la amenaza global del terrorismo en zonas tan distantes de España como Afganistán (por cierto), seguro que la gente entendería mucho más que algún Infante de Marina fuera a bordo de los atuneros nacionales en Somalia

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