Mirar sin ver  | 

Compromiso

Siempre hay personajes, que se consideran por encima del bien y del mal, que piensan que no existe memoria ni hemeroteca

La Real Academia Española define compromiso como obligación contraída, acuerdo pactado entre distintas partes. Como operadores de la cadena de suministro, día a día tomamos el compromiso de cumplir con plazos, con la elección de los mejores medios de transporte acorde a la operación y presupuesto que esas personas han confiado en nosotros, otorgándonos el poder de decisión para cumplir con sus necesidades, en cada ocasión de sus vidas profesionales, siempre vinculadas a las personales.

Del estricto cumplimiento de nuestro compromiso nace el respeto de los clientes, que se otorga cuando confías en alguien, porque es imposible respetar en quien no confías. Puedes tratar con educación, aunque no confíes, respetar ya es cuestión aparte. ¿Qué ocurre cuando los operadores no cumplimos con los compromisos adoptados? Es muy sencillo, se nos retira la confianza, perdemos el cliente en manos de la competencia y con mucha probabilidad acabamos en un litigio para recibir el pago de nuestros emolumentos comprometidos entre ambas partes.

La humildad de los operadores logísticos, en un porcentaje muy elevado, hace que antes de llegar a la corte, tratemos de dirimir la situación, comenzando por asumir nuestro error, renunciando a parte o a toda nuestra retribución pecuniaria y siempre, ofreciendo una solución perfecta, por dura que sea para nuestro bolsillo, sabiendo que será blanda para nuestra imagen, y que nos permitirá, si no hoy, volver mañana. Tristemente, siempre hay personajes, que se consideran por encima del bien y del mal, que piensan que no existe memoria ni hemeroteca que recuerde el compromiso. Me hubiera gustado tener un alto nivel de valenciano para escribir este artículo en ésta, mi lengua materna. “La diferencia entre la participación y el compromiso es como los huevos y el jamón. La gallina está involucrada; el cerdo está comprometido” (Martina Navratilova).

Miguel Rocher

mrocher@operinter.com