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El Puerto de Valencia refuerza su compromiso climático

El enclave arranca el proceso para actualizar su huella de carbono hasta 2027, como parte de su ambicioso objetivo de alcanzar cero emisiones netas en 2030.

El Puerto de Valencia sigue avanzando en su ambiciosa hoja de ruta hacia la neutralidad climática. Para ello, ha iniciado un procedimiento de contratación para actualizar la medición de su huella de carbono conforme a la norma internacional UNE-EN ISO 14064-1:2019, que regula los inventarios de gases de efecto invernadero.

Imagen aérea de los diques de abrigo de la ampliación norte.
Imagen aérea de los diques de abrigo de la ampliación norte.

Esta iniciativa se enmarca dentro de su compromiso por alcanzar las emisiones netas cero para el año 2030, un objetivo que lo posiciona entre los puertos más comprometidos con la sostenibilidad en el ámbito europeo.

Desde 2008 hasta 2019, el Puerto de Valencia ha venido elaborando inventarios anuales de sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), registrando dichos datos en los organismos oficiales y obteniendo sellos de reconocimiento del Ministerio correspondiente. Sin embargo, ahora se inicia un nuevo proyecto que busca actualizar estos datos desde el año 2020 hasta 2027.

La contratación externa, cuyo valor estimado asciende a 37.500 euros (IVA no incluido), contempla dos fases. En la primera, se calculará la huella de carbono correspondiente a los años 2020 a 2024. La segunda fase cubrirá los años 2025, 2026 y 2027, a medida que se disponga de los datos necesarios.

Este movimiento se enmarca dentro de una estrategia más amplia que incluye importantes inversiones en sostenibilidad, previstas por la Autoridad Portuaria para los próximos años.

Entre las iniciativas más destacadas, se encuentran la instalación de una planta fotovoltaica en el puerto, con una inversión de más de 3 millones de euros, para alimentar parte de la infraestructura con energía solar. Junto a esto, el puerto incentiva la electrificación de muelles, con un presupuesto de 94 millones de euros, lo que permitirá que los barcos apaguen sus motores durante la estancia en puerto, reduciendo significativamente las emisiones. Y, por último, está desarrollando proyectos de hidrógeno verde con la puesta en marcha de soluciones para maquinaria portuaria que funcione con este combustible limpio.

“La sostenibilidad no es solo una prioridad ambiental, es una ventaja competitiva”, afirman desde la Autoridad Portuaria, convencidos de que la transformación verde atraerá inversiones, reducirá costes a largo plazo y mejorará la calidad de vida del entorno metropolitano. Según Federico Torres Monfort, jefe de Transición Ecológica de la Autoridad Portuaria de Valencia, “este tipo de acciones refuerzan nuestro liderazgo portuario, no solo en términos de tráfico y logística, sino en sostenibilidad y responsabilidad climática”.