Ence ha echado el cierre definitivo a la planta de celulosa de Huelva, que se transformará en un parque de energía con biomasa, y centrará la producción de pasta de papel de la compañía en las fábricas de Pontevedra y Navia. La decisión obligará al grupo a replantearse la logística de abastecimiento de la factoría onubense, que tenía su epicentro en el puerto exterior de Ferrol.
Como ya avanzó este periódico, el grupo empresarial habilitó hace dos años en la dársena gallega una terminal para la manipulación de productos forestales sobre una parcela de 5.000 metros cuadrados, cuyo futuro es una incógnita.
La intención era sustituir el suministro de Uruguay, cerca de unos 500.000 metros cúbicos al año de madera, por carga procedente del norte de España. Con el cierre de la planta de celulosa de Huelva, la terminal “deja de tener sentido”, según fuentes del sector, si bien el grupo calificó el emplazamiento de “idóneo” para su expansión internacional. Este periódico ha intentado, sin éxito, ponerse en contacto con responsables de la papelera Ence para conocer los planes logísticos del grupo.
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