Los tráficos al país asiático acumulan un crecimiento del 57,8% en los primeros siete meses del año, hasta los 69.997 TEUs, alcanzando una cuota superior al 17% en los flujos embarcados en la dársena catalana.
China se consolida como principal mercado exportador para el puerto de Barcelona, lo que ayuda a que la curva de descenso de los contenedores embarcados en la dársena catalana sea bastante menor que las importaciones.
[caption id="attachment_112928" align="alignright" width="600"]

Las exportaciones aguantan mejor que las importaciones.[/caption]
Las exportaciones a China sumaron 69.997 TEUs (llenos) en los primeros siete meses del año, lo que supone un crecimiento del 57,8 por ciento en comparación con el mismo periodo del ejercicio precedente, de acuerdo con el análisis de las últimas estadísticas de la Autoridad Portuaria de Barcelona. China alcanza así una cuota del 17,6 por ciento en las exportaciones del enclave, hasta julio. Este incremento se debió sobre todo a la exportación de carne de cerdo. Los flujos de salida compensaron el descenso de las importaciones procedentes del país asiático, que bajaron el 13 por ciento, hasta los 132.619 TEUs (llenos) en el periodo analizado. No obstante, China se mantiene como principal origen de las mercancías que se descargan en los muelles, y con diferencia, con una cuota superior al 40 por ciento.
El tráfico de contenedores (llenos) de exportación acumula una bajada del 3,7 por ciento, hasta los 397.242 TEUs. Esta evolución contrasta con el comportamiento de los flujos de importación que han retrocedido el 14,9 por ciento al sumar 301.142 TEUs. Y contrasta más con el transbordo que acumula un descenso del 30,2 por ciento, hasta los 489.340 TEUs. Sumando el tráfico de cabotaje y todos los contenedores (llenos y vacíos), la dársena catalana ha cerrado los primeros siete meses del año con un retroceso del 20,3 por ciento y 1,6 millones de TEUs.
El tráfico total ha experimentado un descenso del 18,8 por ciento con 33 millones de toneladas movidas entre enero y julio. Los graneles líquidos son los que peor han aguantado con una bajada del 22,3 por ciento, hasta los 7,63 millones de toneladas. También ha descendido dos dígitos, el 18 por ciento menos, la carga general, el principal tráfico, que ha sumado 22,49 millones de toneladas. Los graneles sólidos son los que mejor han aguantado con un retroceso del 2 por ciento, hasta los 2,32 millones de toneladas.
El puerto de Barcelona prevé sortear los números rojos a pesar de la bajada de tráficos, provocada por la crisis sanitaria, al cierre del presente ejercicio: “Esperamos cifras positivas con una caída importante sobre el año pasado”, señaló Mercè Conesa, presidenta de la Autoridad Portuaria de Barcelona, en la presentación del balance del primer semestre el pasado mes de julio.